No son pocas las personas que se dedican a grabar putadas y colgarlas en internet. Este por ejemplo es uno de los vídeos más vistos de youtube:

El problema es establecer el límite, ya que hay gente que no sabe donde ponerlo. Las ansias de conseguir visitas, visualizaciones e incluso dinero por sus vídeos son inmensas, y justifica el tan manido «vale todo«. Pero no, no vale todo. Hace poco vimos un ejemplo claro en el que un supuesto youtuber de prácticas más que discutibles llamaba «cara anchoa» a un trabajador de una conocida empresa de transportes. El chaval tenía que ser valiente, amparado en lo que hablamos de que vale todo… porque aun viendo la mala leche que tenía el repartidor aun se lo volvió a decir. El resultado es que se llevó una buena torta por parte del trabajador, en nuestra opinión más que merecida. Despues de juicios y demás, el trabajador se vio obligado a «indemnizar» a este youtuber por la cuantiosa cantidad de 30 euros.

Y es que es necesario establecer los límites, porque no todo puede valer. Hay que tener en cuenta que tal vez una persona puede tener sentido del humor y otra no, y lo que hace gracia a uno no tiene porqué hacerle gracia a otro. Y que se pueden gastar bromas y putadas sin dañar la dignidad de nadie.

Hay incluso lo que se llama «bromas sexuales» que en cierto modo pueden parecer inocentes, pero en algunos casos pueden llegar a pasarse. Eso si, sin llegar al menos a la violencia y sin dañar la dignidad de nadie.

Aun así, hay que reconocer que todos nos reimos cuando alguien se cae al suelo o cuando alguien tropieza… o en situaciones en las que no deberíamos reirnos, el ser humano es así… y como eso es complicado que cambie tambien será complicado cambiar las bromas y putadas pesadas en internet.